Aunque parezca que el aprendizaje basado en proyectos es el último grito en el campo de la educación, esta metodología activa centenaria se remonta a los ensayos de la
Escuela Experimental creada por el norteamericano John Dewey en 1896 donde el asentó las raíces que mas adelante delimitaría Kilpatrick :
"El aprendizaje es más eficaz cuando se basa en las experiencias"
Si hacemos un símil entre el ABP y un árbol tenemos que tener en cuenta:
Todo proyecto parte de una semilla la cuál recoge un reto o una pregunta que dirigirá, guiará y responderá a porqué estamos llevando a cabo este proyecto.
Las raíces para que se asienten bien en el terreno, necesitan los nutrientes que será ese audaz proceso de investigación en el que adquirimos y procesamos la información valiosa que nos permitirá resolver nuestro interrogante.
Todo ello dará lugar a un elemento de sostén, es decir, tronco que será ese producto que vamos a elaborar y que procederemos a evaluar.
Siendo las ramas la difusión de los resultados obtenidos a la comunidad educativa, personas de interés, blog, artículos,web...
Es un aprendizaje que pasa de las manos del profesorado a las del alumnado, de tal manera que estos puedan hacerse cargo de su propio aprendizaje, y, como consecuencia, esto comporta tener experiencias significativas, participando en la planificación, producción y comprensión de una experiencia.
Aprendiendo aplicar, buscar, corregir, elegir, ensayar, errar y discutir. Siendo los protagonistas de su aprendizaje.
A diferencia de la instrucción directa donde el docente toma el control en las acciones del alumnado, dirigiendo el aprendizaje. Donde no hay lugar a la creatividad y espontaneidad.
Por lo tanto el ABP contribuye de manera significativa al desarrollo de sus habilidades y competencias.
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